Pinta 3.1 llega como una actualización importante, de esas que se notan de verdad cuando te sientas a trabajar. No es un simple ajuste cosmético ni una lista de cambios menores: aquí hay nuevas herramientas, mejoras pensadas para el uso diario y una base técnica más sólida que refuerza su papel como editor de dibujo libre, multiplataforma y sin complicaciones innecesarias.
Este editor, inspirado en la filosofía del clásico Paint pero con licencia abierta, sigue apostando por algo muy concreto: edición directa, clara y sin artificios. Y eso, curiosamente, lo está haciendo cada vez más atractivo para quienes prefieren trabajar tranquilos, sin capas de automatismos ni funciones de IA que decidan por ellos.
Han pasado más de ocho meses desde la versión 3.0, y el tiempo se ha aprovechado bien. Pinta 3.1 llega a GNU/Linux, Windows y macOS con mejoras visibles en dibujo, edición, rendimiento y usabilidad. Todo gratis, todo abierto. Y eso, hoy en día, se agradece más que nunca.
Nueva rejilla axonométrica y un lienzo mucho más fluido
Una de las novedades que más llaman la atención nada más abrir el programa es la rejilla axonométrica. Se puede activar desde las opciones de visualización del lienzo y está pensada para quienes trabajan con cierta perspectiva geométrica: esquemas técnicos, bocetos de interfaces, diseños isométricos o incluso gráficos para videojuegos.
No es solo un añadido bonito. Es práctico. Muy práctico.
Además, Pinta estrena un widget de lienzo renovado, con un objetivo claro: que todo vaya más suave. Mover la imagen, hacer zoom, desplazarse por el lienzo o trabajar con archivos grandes resulta ahora más fluido, incluso en equipos modestos. Algo que encaja perfectamente con el tipo de público que suele usar Pinta: hogares, aulas, portátiles antiguos o pequeños estudios donde cada recurso cuenta.
Efecto Cells y pequeños ajustes que suman creatividad
Entre los nuevos efectos destaca Cells, accesible desde los filtros de renderizado. Permite generar patrones de tipo celular o mosaico que recuerdan al pixel art o a ilustraciones de estilo retro. No es casualidad: ahí Pinta tiene una comunidad bastante activa, y este efecto encaja como un guante.
Otros filtros también se han afinado. Por ejemplo, Twist ahora incluye un control de porcentaje de radio, lo que permite retorcer zonas concretas con más precisión y sin deformar todo lo que hay alrededor. Ideal para fondos, logotipos o efectos sutiles.
El pincel Splatter, por su parte, ahora dibuja de forma continua mientras mantienes pulsado el botón del ratón. El resultado es más natural, más orgánico, y mucho más cómodo para crear texturas, fondos con grano o efectos de spray rápido. Menos clics. Más flujo.
Selección poligonal y selecciones que por fin se ven claras
En edición fina, Pinta 3.1 da un paso importante con la selección poligonal, integrada dentro de la herramienta de lazo. Ahora puedes ir marcando puntos uno a uno y cerrar la forma con precisión, algo clave cuando trabajas con siluetas irregulares, iconos o elementos de interfaz.
Y no solo eso. La selección ahora está animada, para que no se pierda sobre fondos complejos, y además se destaca en las reglas del lienzo, algo muy útil cuando el proyecto crece y necesitas orientarte mejor. Son detalles pequeños, sí, pero marcan la diferencia cuando llevas un rato trabajando y quieres tener claro qué estás editando exactamente.
Degradados más flexibles y control fino de efectos
La herramienta de degradado también se ha puesto al día. Ahora incluye asas visibles que permiten ajustar directamente la dirección y la longitud del degradado. Nada de ir a ciegas. Ves lo que haces y lo corriges sobre la marcha. Perfecto para fondos, botones o elementos que necesitan alineaciones precisas.
El efecto de dithering también mejora: puede usar la paleta de colores activa, no solo las predefinidas. Esto es oro puro para proyectos retro o trabajos que siguen una guía cromática muy concreta.
Y hay más control todavía. Algunos efectos permiten ahora introducir manualmente la semilla aleatoria, en lugar de depender solo del botón de regenerar. Así puedes repetir resultados, compartir configuraciones o mantener coherencia visual entre distintos archivos o equipos.
Capas, menús y atajos: menos clics, más comodidad
La usabilidad ha recibido bastante mimo. Uno de los cambios más agradecidos es el nuevo menú contextual de capas, accesible con clic derecho. Desde ahí puedes duplicar, reorganizar o modificar capas sin perder tiempo navegando por menús superiores.
El menú View deja de estar escondido en el botón “hamburguesa” y pasa a tener su propio acceso. Un cambio sencillo, pero que hace el programa más claro, sobre todo para quienes llegan desde otros editores.
La herramienta de texto también mejora con algo básico pero muy necesario: Ctrl + Retroceso para borrar palabras completas. Pequeño detalle. Gran alivio.
Y para quienes quieren aprender atajos de teclado sin memorizar manuales, ahora los tooltips de la barra de herramientas muestran los atajos asociados. Aprendes casi sin darte cuenta.
Avisos al guardar, paletas más claras y otros retoques útiles
Pinta 3.1 avisa cuando intentas guardar una imagen con varias capas en un formato que no las admite. Antes de aplanarlo todo, te pregunta. Y sí, evita más de un disgusto.
La paleta de colores también mejora: los colores con transparencia se muestran ahora sobre un fondo de tablero ajedrezado, como es habitual en editores de imagen. De un vistazo sabes qué tiene alfa y qué no.
Otros ajustes incluyen la simplificación del efecto Clouds, la mejora de herramientas internas para desarrolladores de complementos y un cuadro de rotación y zoom de capas más robusto, especialmente al trabajar con ángulos negativos.
Cambios técnicos y salto a ARM64
A nivel técnico, Pinta 3.1 actualiza sus cimientos: ahora requiere GTK 4.18 y libadwaita 1.7, alineándose mejor con el ecosistema moderno de aplicaciones GNOME en GNU/Linux.
En Windows hay una novedad clave: primer instalador oficial para arquitectura ARM64. Esto permite ejecutar Pinta de forma más eficiente en portátiles y dispositivos ARM, un mercado que no deja de crecer.
En macOS, además de las mejoras generales, el programa estrena icono renovado, más acorde con las directrices visuales de Apple. No cambia cómo funciona, pero sí cómo se percibe. Y eso también suma.
Descarga e instalación en Linux, Windows y macOS
El proyecto sigue siendo completamente abierto. El código fuente está disponible en su repositorio oficial, junto con los binarios y paquetes para cada sistema.
En GNU/Linux, la instalación es sencilla gracias a Flatpak y Snap, compatibles con distribuciones como Ubuntu, Debian, Fedora, Linux Mint o Manjaro. Menos dependencias, actualizaciones más fáciles y menos quebraderos de cabeza.
En Windows y macOS, hay instaladores clásicos listos para descargar. En Windows, tanto para x86_64 como para ARM64. En macOS, empaquetado y listo para usar.
En conjunto, Pinta 3.1 refuerza su identidad como un editor de dibujo libre, ligero y accesible, que ahora ofrece más control, más precisión y mejor rendimiento sin perder su esencia. No pretende ser una herramienta gigante. Pretende ser útil. Y lo consigue.
Fuente: Linuxacictos
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