La industria del hardware está viviendo un momento bastante curioso… y un poco tenso. En los últimos meses, marcas tan conocidas como Asus, MSI y otros grandes fabricantes han empezado a comprar memor chips y módulos de RAM casi en modo pánico. ¿La razón? Una escasez creciente de DRAM y NAND que se está asentando con fuerza. Y no es precisamente una alarma infundada.
Según DigiTimes, muchas compañías están compitiendo por acumular inventario mientras los centros de datos —sobre todo los relacionados con inteligencia artificial— devoran prácticamente todo lo que sale de las fábricas. Esto está dejando a la industria de consumo en una posición incómoda: cada vez cuesta más conseguir módulos de memoria y los precios no paran de subir.
La situación desde dentro: Asus ya está haciendo cuentas
Asus ha sido clara: su inventario actual de memoria, tanto para producción como el que ya está montado en productos terminados, tiene un margen de unos dos meses, lo suficiente para cubrir lo que queda de 2025. Suena bien… pero solo en apariencia.
La compañía reconoce que, si esto sigue así, en 2026 empezarán a sentir la presión de verdad y tendrán que ajustar precios. Vamos, que la fiesta no pinta barata.
Y aquí viene el matiz más llamativo: incluso empresas tan grandes como Asus y MSI —que suelen trabajar bajo contratos directos con los fabricantes de chips— están comprando memoria en el mercado spot.
Este mercado es más impredecible, más volátil y generalmente reservado para compras pequeñas o casos excepcionales. Que ahora las grandes estén entrando ahí a lo bestia es, sin más, un síntoma claro de que algo gordo está pasando.
Como era de esperar, este movimiento está incrementando la presión sobre los precios… y ya está cayendo sobre los usuarios finales.
Los precios se disparan: RAM al doble y tiendas racionando módulos
No es una exageración: la RAM ha duplicado su precio, y en algunos casos incluso más.
Para ponerlo en perspectiva, desde Japón llegan informes de tiendas que han empezado a limitar la cantidad de módulos que cada cliente puede comprar. Las entregas llegan con cuentagotas y algunos productos directamente están fuera de stock en los distribuidores.
Incluso los fabricantes de kits de memoria se están viendo obligados a frenar sus lanzamientos. Modelos que debían llegar en el último trimestre de 2025 se están moviendo a 2026, simplemente porque no hay suficiente suministro para sostenerlos.
El culpable: los centros de datos de IA devoran HBM y RDIMM sin parar
Todo este terremoto tiene un epicentro muy claro: la carrera global por construir más y más infraestructura para centros de datos de inteligencia artificial.
La demanda de HBM (High Bandwidth Memory) y RDIMM (Registered DIMM) está en un punto histórico. Tanto, que está drenando el suministro destinado al mercado de consumo y provocando lo que algunos ya llaman un auténtico “apocalipsis de precios” que podría durar hasta una década.
Las empresas están invirtiendo miles de millones en hardware para entrenar modelos de IA, desplegar servidores y ampliar capacidad. Y los fabricantes de chips… bueno, están aprovechando el momento. Muchos han reconvertido líneas de producción de DRAM tradicional para enfocarse en estas memorias especializadas, muchísimo más lucrativas.
El resultado es evidente:
Los principales fabricantes de chips de memoria están reportando ganancias récord en el tercer trimestre de 2025, y hasta los competidores más pequeños están viviendo un periodo dorado. La demanda es enorme y no muestra señales de frenar.
Pero no todo es alegría: el miedo a una burbuja de IA frena la expansión
Aun así, hay un miedo latente que no se puede ignorar: ¿y si todo esto es una burbuja?
Varios expertos llevan tiempo avisando de que el boom de la IA podría no sostenerse a largo plazo. Los fabricantes de memoria lo saben, y por eso están siendo muy cautos.
A pesar de las ganancias actuales, no quieren arriesgar miles de millones en nuevas fábricas que podrían quedar sobredimensionadas si la demanda cae de golpe.
Y aunque decidieran empezar hoy mismo a construir nuevas instalaciones, la realidad es que pasarían meses —o incluso años— antes de que comenzaran a producir chips. La industria simplemente no puede aumentar su capacidad al ritmo que necesita el mercado.
Un futuro incierto, pero con una cosa clara: la memoria será oro por un tiempo
Así que, entre una demanda voraz de IA, la especulación en el mercado spot, y unos fabricantes que no se atreven a ampliar producción demasiado rápido, estamos entrando en una etapa complicada.
Si estás pensando en actualizar la memoria de tu PC o montar un nuevo equipo, quizá sea mejor no esperar demasiado, porque todo apunta a que los precios seguirán subiendo.
Y sí, muy probablemente estemos ante un escenario que marcará los próximos años del hardware de consumo. Mientras los centros de datos siguen creciendo sin parar, el resto del mercado tendrá que pelear por las migajas… al menos durante un tiempo.
Fuente: Tomś hardware
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