Wine 10.13: más control para gamers, mejor soporte de Windows y menos dolores de cabeza en Linux.

Publicado el 18 de agosto de 2025, 9:23

Wine sigue haciendo lo que mejor sabe: borrar fronteras. Este proyecto, que durante años ha sido la llave que abre las puertas de Windows en Linux y macOS, acaba de estrenar la versión 10.13, la decimotercera actualización de mantenimiento dentro de la rama estable 10.x. Y sí, aunque parezca “una más”, trae mejoras que se sienten muy cercanas a la experiencia del día a día de los usuarios.

Juegos en Linux: un pasito más hacia la comodidad

Lo primero que llama la atención es el nuevo panel de Windows.Gaming.Input integrado directamente en la configuración del Panel de Control de Joystick. Puede sonar técnico, pero en la práctica significa algo sencillo: más control, más precisión y menos frustraciones para los jugadores que usan mandos en Linux. Ajustar parámetros de manera fina ya no será un calvario de ensayo y error.

Seguridad y cifrado, también al día

No todo es jugar. Wine 10.13 también incorpora soporte para los algoritmos criptográficos ECDSA-P521 y ECDH-P521 dentro de BCrypt. Dicho de otra forma: ahora la capa de compatibilidad está mucho más alineada con las capacidades de seguridad que ya maneja Windows. Es un detalle técnico, sí, pero que abre la puerta a aplicaciones modernas que dependen de esos algoritmos.

Avances bajo el capó para desarrolladores

Los que trabajan directamente con Wine también notarán novedades importantes. Los OpenGL WoW64 thunks ya están completamente generados, algo que simplifica y robustece la ejecución de aplicaciones gráficas en entornos de 64 y 32 bits mezclados. Además, sigue habiendo trabajo en el manejo de metadatos de Windows Runtime en WIDL, un área clave para los desarrolladores que crean y portan software.

32 errores menos que cargar a cuestas

Como es habitual, esta versión llega con una buena tanda de errores corregidos: 32 en total. Y no hablamos de arreglos invisibles. Entre los más destacados:

  • Microsoft Office 365 ya muestra su página de inicio de sesión sin glitches.

  • Juegos como Call of Duty: Black Ops II, Gothic II, Doom 3: BFG Edition, Bejeweled 3 o Nioh 2 ya no se quedan en pantallas negras ni sufren problemas de audio.

  • Los músicos también celebran: ciertos plugins VST que antes se resistían ahora cargan correctamente.

En otras palabras: menos interrupciones, más fluidez.

Correcciones técnicas que marcan diferencia

Debajo de todo esto, se han solucionado problemas que aunque suenen pequeños, suelen ser los que más desesperan:

  • Manejo incorrecto de profundidad de color en imágenes BMP.

  • Errores en Winsock que afectaban a la conectividad.

  • Retrocesos en rutas de lanzamiento de aplicaciones.

  • Fallos relacionados con OpenGL, que son una pesadilla para cualquiera que ejecute juegos o apps gráficas intensivas.

Un paso más, pero no el último

Wine 10.13 es, en esencia, lo que siempre esperamos de este proyecto: un conjunto de pequeñas y grandes mejoras que acercan aún más a Linux a esa utopía de ejecutar aplicaciones de Windows como si nada. Para los gamers, para los músicos, para quienes dependen de herramientas muy específicas, esta actualización no es solo un número más: es un respiro.

Porque al final, cada parche, cada ajuste, cada línea de código que corrige un bug, significa algo muy sencillo: más gente pudiendo trabajar o jugar en Linux sin mirar de reojo a Windows.

 

Fuente: Linuxiac

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