Red Hat y Rocky Linux se Lanzan a la Carrera RISC-V: El Futuro Abierto ya Está en Marcha.

Durante años, hablar de RISC-V era algo reservado a nichos muy técnicos: universidades, laboratorios, hackers curiosos. Pero eso está cambiando. Y rápido. Ahora, dos gigantes del mundo Linux —Red Hat y Rocky Linux— se están subiendo al tren de RISC-V, y lo están haciendo con fuerza. Sí, esto es grande. Y sí, deberías prestar atención.

RISC-V: un sueño abierto que empieza a hacerse realidad

Antes de seguir, vale la pena recordar por qué tanto alboroto. RISC-V (se pronuncia “risk-five”) es una arquitectura de conjunto de instrucciones —lo que define qué puede hacer un procesador— que tiene una diferencia clave: es abierta. No hay licencias caras. No hay permisos. No hay cadenas.

Está gestionada por RISC-V International, una organización sin ánimo de lucro con sede en Suiza, y permite a cualquiera diseñar y fabricar su propio procesador sin tener que pedir permiso a nadie. Suena liberador, ¿no? Porque lo es.

Ese enfoque ha encendido la chispa de la innovación en muchas partes del mundo. Y ahora, esa chispa está empezando a prender fuego real en el mundo del software empresarial.

Red Hat: el gigante rojo da un paso firme hacia RISC-V

Red Hat, con su clásico enfoque sólido pero visionario, no se ha quedado atrás. En una colaboración con SiFive, están lanzando una versión preliminar de Red Hat Enterprise Linux 10 (RHEL 10) para la plataforma HiFive P550 Premier. ¿El objetivo? Escuchar a la comunidad. Probar. Aprender. Y mejorar.

No es un lanzamiento final, claro. Pero sí es una señal clara de hacia dónde miran: hacia un futuro más libre, más flexible y menos atado a arquitecturas cerradas.

Además, no se quedan ahí. También están trabajando en una versión CentOS Stream 10 con soporte RISC-V. ¿Qué significa esto? Que los desarrolladores podrán empezar a experimentar, construir, romper cosas (en el buen sentido) y contribuir desde ya.

Si todo va bien, las primeras descargas estarán disponibles el 1 de junio de 2025. Una fecha para marcar en el calendario si eres del tipo que disfruta cacharrear con tecnología puntera.

Rocky Linux: firme, comunitario, y también a bordo

Mientras tanto, Rocky Linux —la distribución que nació como respuesta comunitaria cuando Red Hat cambió el rumbo de CentOS— también ha anunciado que su próxima versión 10 incluirá soporte para RISC-V. Y esto, sinceramente, es una gran noticia.

Gracias al trabajo de su SIG AltArch (Grupo de Interés Especial en Arquitecturas Alternativas), Rocky ofrecerá imágenes para RISC-V que, aunque no serán “arquitectura principal” (las fallas no bloquean lanzamientos), sí estarán listas para trabajar en serio.

Aquí va lo que ya se sabe sobre compatibilidades:

• Totalmente compatible con la placa StarFive VisionFive 2.

• Soporte parcial para la SiFive HiFive P550.

• Sin soporte inicial para Leche-V ni Banana Pi (por ahora).

• Soporte completo a través de QEMU, ideal para quienes no tienen el hardware físico pero quieren comenzar a experimentar.

Es una base sólida para lo que viene. Porque sí: esto apenas está comenzando.

¿Y qué pasa con Windows?

Bueno... aquí la historia cambia. Microsoft, por ahora, no se ha subido a esta ola. Están apostando fuerte por las plataformas basadas en ARM, sobre todo en su ecosistema Surface. Pero no han mostrado intención alguna de dar soporte a RISC-V a corto plazo.

Eso deja la puerta abierta —más bien, de par en par— para que Linux se convierta en el sistema operativo de referencia en esta nueva arquitectura. Y todo apunta a que eso es exactamente lo que va a pasar.

Conclusión: RISC-V ya no es solo una promesa. Es un movimiento

Ver a pesos pesados como Red Hat y Rocky Linux comprometerse con RISC-V no es solo una señal técnica. Es emocional. Es política. Es estratégica.

La idea de tener procesadores libres de licencias, con software libre optimizado para ellos, era un sueño hace poco tiempo. Hoy, ese sueño empieza a tomar forma. Tiene nombre. Tiene soporte. Tiene comunidad.

¿Está listo RISC-V para conquistar el mundo? Aún no del todo. Pero está más cerca que nunca. Y con cada paso que da el ecosistema Linux hacia esa dirección, el futuro se ve un poco más abierto, más justo y más emocionante.