
Durante nueve largos meses, una parte de la comunidad tecnológica ha estado atrapada en una especie de limbo. Usuarios que, como tantos otros, confían en la dualidad de Windows y Linux para trabajar, experimentar o simplemente tener lo mejor de ambos mundos. Pero algo falló. Una simple actualización de seguridad lanzada por Microsoft en agosto de 2024 se convirtió, sin quererlo, en un auténtico quebradero de cabeza.
Un error que dejó a Linux fuera de juego
Todo comenzó con una de esas actualizaciones rutinarias del famoso Patch Tuesday. En teoría, nada preocupante. Microsoft lanzó un parche de seguridad dirigido a fortalecer el arranque seguro (Secure Boot), y más concretamente, a reforzar un componente conocido como SBAT (Secure Boot Advanced Targeting). Su objetivo era proteger el sistema frente a una vulnerabilidad que afectaba a GRUB2, el gestor de arranque utilizado por la gran mayoría de distribuciones Linux.
Sin embargo, en su intento de hacer las cosas más seguras, Microsoft fue demasiado lejos. El nuevo mecanismo de verificación era tan estricto que terminó rompiendo configuraciones legítimas de arranque dual. GRUB simplemente dejaba de funcionar. Aparecían errores, bloqueos, y en muchos casos, reinicios automáticos que no dejaban margen de maniobra. Era como si el sistema dijera: "Linux ya no es bienvenido aquí".
Ubuntu, Mint, Zorin… todas en el mismo barco
Las consecuencias no tardaron en llegar. Distribuciones muy populares como Ubuntu, Linux Mint, Zorin OS y otras, dejaron de arrancar correctamente en sistemas con Secure Boot habilitado. El escenario era siempre el mismo: tras actualizar Windows, el usuario reiniciaba el equipo esperando volver a su flujo habitual… y lo que encontraba era una pantalla negra o un bucle sin salida.
¿Soluciones? Había algunas. Pero no eran para todos. Las más accesibles pasaban por desactivar Secure Boot desde la BIOS/UEFI —algo que muchos usuarios no saben ni por dónde empezar—. Y otras más avanzadas requerían entrar en Linux desde un USB externo, montar particiones y ejecutar comandos desde la terminal para eliminar manualmente la política SBAT. ¿Fácil? Para nada. ¿Intimidante? Bastante. Y claro, mucha gente se rindió en el intento.
Nueve meses después: el parche que trae alivio
Y así estuvimos. Mes tras mes. Foro tras foro. Reportes, quejas, hilos kilométricos en Reddit. Y mientras tanto, nada por parte de Microsoft. Hasta ahora.
En el Patch Tuesday de mayo de 2025, la compañía por fin ha dado el paso que tanto se esperaba. Con esta nueva actualización, se ha ajustado el comportamiento de SBAT para que solo se aplique cuando realmente sea necesario. Dicho de otro modo: Microsoft ha afinado la detección de configuraciones de arranque dual para no bloquear sistemas legítimos.
Es una noticia que se recibe con un suspiro de alivio. Según la documentación oficial, los sistemas que antes no arrancaban Linux debido a este fallo deberían volver a funcionar con normalidad tras aplicar el parche. Por fin.
¿Está mi versión de Windows cubierta?
Sí, y la buena noticia es que el parche cubre un amplio espectro de versiones. Estas son:
-
Windows 11: versiones 23H2, 22H2 y 21H2
-
Windows 10: versión 21H2
-
Varias ediciones empresariales y de servidor
En principio, si tu equipo está configurado para recibir actualizaciones automáticas, la corrección debería instalarse sin que tengas que mover un dedo. Pero si sigues teniendo problemas, conviene entrar en Configuración > Windows Update > Buscar actualizaciones y forzar la descarga manual. A veces lo automático no lo soluciona todo.
Una relación complicada con el mundo Linux
Este error —y su lenta resolución— nos recuerda que, aunque Microsoft ha avanzado mucho en su apertura hacia el software libre (ahí están cosas como WSL, VS Code, o la integración de herramientas de desarrollo open source), la convivencia real con Linux sigue teniendo altibajos.
Para quienes usan arranque dual a diario, este fallo no ha sido un simple inconveniente técnico. Ha sido una barrera que rompió flujos de trabajo, obligó a buscar soluciones complicadas y, en muchos casos, provocó una desconexión forzada de su entorno Linux.
Y lo más frustrante de todo no ha sido el error en sí. Eso puede pasar. Lo más difícil de digerir ha sido la falta de reacción. Nueve meses es mucho tiempo. Demasiado para algo tan básico como poder iniciar tu sistema.
¿Y si todavía no arranca?
Si eres de los que aún sigue viendo errores al intentar arrancar Linux, aquí van dos recomendaciones rápidas:
-
Fuerza la actualización desde Windows Update. A veces, el sistema no lo hace solo.
-
Si aún así no funciona, puedes aplicar de nuevo el procedimiento manual para desactivar la política SBAT desde un entorno Linux externo. No es lo ideal, pero puede sacarte del apuro.
En resumen
La pesadilla ha terminado. El parche está aquí. Los sistemas duales vuelven a respirar.
Pero, aunque Microsoft haya hecho lo correcto al final, queda ese sabor amargo de saber que un problema grave, y relativamente fácil de identificar, tardó casi un año en ser corregido. Una eternidad en términos tecnológicos. Esperemos que esta experiencia sirva como recordatorio: no se puede ignorar a la comunidad Linux. Porque aunque no sea la mayoría, es una parte esencial del ecosistema.
Fuente: Muylinux
Añadir comentario
Comentarios