
En el mundo del hardware siempre hay debates que parecen no tener fin, y uno de los más recurrentes en los últimos años es el de x86 contra Arm. Este fin de semana, durante la IFA 2025, AMD decidió entrar de lleno en la discusión con unas declaraciones bastante contundentes: según la compañía, la arquitectura x86 no presenta ninguna desventaja frente a Arm, ni siquiera en su supuesto punto fuerte, la eficiencia energética.
Sí, lo has leído bien. AMD asegura que esa idea de que Arm consume menos energía que x86 ya no se sostiene en la práctica.
El contexto: Arm en pleno auge
Para entender la fuerza de estas palabras hay que mirar lo que está pasando en la industria. Arm lleva años expandiéndose más allá de los móviles y ha sabido ganarse un hueco en sectores donde cada vatio cuenta. Primero se coló en servidores y centros de datos, ofreciendo chips muy eficientes para reducir costes energéticos.
Después dio un salto todavía mayor con Apple, que apostó por Arm en todos sus ordenadores, desde portátiles hasta sobremesa. El resultado ha sido un auténtico terremoto: más autonomía, más rendimiento por vatio y una presión enorme sobre Intel y AMD.
A esto hay que sumar a Microsoft, que empuja su iniciativa Windows on Arm junto a Qualcomm, y que a finales de septiembre presentará la segunda generación de procesadores Snapdragon para PC, con el Snapdragon X2 Elite y, probablemente, una nueva serie “Plus”.
Y no nos olvidemos de NVIDIA, que junto a MediaTek ya trabaja en chips Arm para IA y que pronto dará el salto a portátiles y consolas. Todo esto pinta un panorama en el que la arquitectura Arm parece estar en plena forma.
Pero AMD no lo ve así
A pesar de este contexto, AMD defendió en la IFA que x86 sigue siendo totalmente competitiva. Según palabras recogidas por ComputerBase, la compañía aseguró que no hay ninguna ventaja real en usar Arm frente a x86.
“Hablando de eficiencia, aquí surgió el tema de ARM frente a x86, como ocurre cada año. AMD, casi como Intel recientemente, declaró que el mito de que x86 no puede ser eficiente quedó refutado el año pasado. Tanto las CPU AMD Ryzen como Intel Core pueden ofrecer tiempos de funcionamiento extremadamente largos en portátiles, al tiempo que acceden a todo el ecosistema x86. En última instancia, el paquete global no ofrece ninguna ventaja para ARM”.
En resumen: para AMD, el progreso de las arquitecturas x86 en los últimos años ha sido tan grande que la supuesta superioridad de Arm en eficiencia energética ya no es tal.
¿Qué hay de cierto en esto?
Las declaraciones son, cuanto menos, polémicas. Porque si miramos al mercado, vemos que Apple sigue marcando la pauta en autonomía y eficiencia con sus portátiles, y que los SoC Snapdragon X Elite también destacan en este terreno. No es casualidad que Apple lidere en batería ni que sus chips superen en potencia a muchos rivales x86 mientras siguen consumiendo menos.
Ahora bien, también es verdad que tanto AMD como Intel han tenido que ponerse las pilas. Y mucho. La presión de Apple y Qualcomm los obligó a dar un salto enorme en eficiencia. Prueba de ello son las nuevas APU Strix Point y Strix Halo de AMD, que combinan hasta 16 núcleos de alto rendimiento con potentes gráficos integrados. El mejor ejemplo es el Ryzen 9 AI MAX 395+, un chip que no solo compite de tú a tú en potencia, sino que también ha mejorado tanto en eficiencia que ya lo vemos en Mini-PC e incluso en consolas portátiles de nueva generación.
Una contradicción incómoda
Lo curioso de todo esto es que mientras AMD niega ventajas a Arm, también trabaja en sus propias APU con CPU Arm. El motivo es claro: no quieren dejarle el camino libre a NVIDIA y MediaTek en ese terreno. Así que, aunque públicamente defienda a capa y espada a x86, AMD también sabe que no conviene ignorar a Arm.
Y en medio de todo… RISC-V
Hay un tercer jugador en esta partida del que casi nadie habla, pero que cada vez suena con más fuerza: RISC-V. Esta arquitectura abierta, que presume de eficiencia y rendimiento, se postula como un posible sucesor de x86. Siempre está en segundo plano, pero no hay que perderla de vista: podría ser el verdadero disruptor en el futuro.
Conclusión
Las palabras de AMD no dejan indiferente a nadie. Por un lado, es cierto que x86 ha mejorado muchísimo en eficiencia y que los portátiles actuales con Ryzen o Intel Core nada tienen que ver con los de hace unos años. Pero por otro, resulta difícil negar que Apple y Qualcomm siguen marcando el camino en cuanto a rendimiento por vatio.
Lo que está claro es que la batalla entre arquitecturas está más viva que nunca. x86 no ha dicho su última palabra, Arm sigue creciendo a pasos agigantados y RISC-V espera su momento para dar el salto. El futuro del procesador no está escrito, y esa competencia, al final, solo puede beneficiar al usuario.
Fuente: El chapuzas informático
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