Fedora se despide (ahora sí) del soporte para 32 bits: ¿decisión valiente o adiós precipitado?.

Publicado el 26 de junio de 2025, 9:23

Durante años, la arquitectura de 32 bits ha sido una compañera leal para el mundo Linux. Una presencia que, aunque envejecida, seguía teniendo su lugar. Pero en Fedora, todo indica que ha llegado el momento de cerrar definitivamente esa puerta. Y no con un portazo... pero sí con determinación.

El equipo de Fedora ha planteado una propuesta clara y contundente: eliminar por completo el soporte para 32 bits, tanto a nivel de compilación de paquetes como de disponibilidad de bibliotecas. En otras palabras, quieren que i686 pase oficialmente al archivo de la historia.

Pero, ¿por qué ahora? ¿Y qué significa realmente esta decisión para quienes aún dependen —aunque sea un poco— de esta arquitectura?

El comienzo del adiós: una transición que lleva años

Esto no es algo que ocurra de la noche a la mañana. El proceso comenzó hace tiempo, concretamente en Fedora 31, cuando se eliminó gran parte del soporte de 32 bits y se apostó por fortalecer el desarrollo en arquitecturas modernas como x86_64. Desde entonces, se ha mantenido una compatibilidad limitada gracias a las bibliotecas multilib, útiles para ejecutar algunas aplicaciones antiguas o, sobre todo, herramientas como Wine, que dependen de ellas para correr software de Windows.

Hasta ahora, esto funcionaba... más o menos. Pero los tiempos cambian, y Fedora quiere mirar hacia adelante sin cargar con lastres del pasado.

La propuesta: dos pasos hacia el futuro

El plan, que todavía está en discusión, tiene nombre técnico: “Eliminar multilib de 32 bits en x86_64 y detener la construcción de paquetes i686”. Pero más allá del título, lo que plantea es muy claro. Se trata de una transición en dos fases:

  1. Eliminar las bibliotecas de 32 bits de los repositorios de 64 bits (x86_64):
    Un primer paso, cuidadoso, incluso reversible. Pero ya sería un aviso claro para los usuarios: es momento de prepararse para el cambio.

  2. Detener por completo la construcción de paquetes i686:
    Aquí no hay vuelta atrás. Esto supone eliminar cualquier paquete de 32 bits del ecosistema oficial de Fedora. Una ruptura total con esa arquitectura.

¿Y si todavía necesito ejecutar algo en 32 bits?

Buena pregunta. Fedora no planea dejarte completamente en la estacada. Según explican en la propuesta, los usuarios que necesiten ejecutar aplicaciones de 32 bits —sobre todo de Windows— podrán seguir usando Wine con WoW64. Esta configuración especial permite que esas apps funcionen en sistemas de 64 bits sin depender de bibliotecas Linux nativas para 32 bits.

En resumen: si necesitas software antiguo, Wine podría seguir siendo tu salvavidas… aunque la experiencia no sea exactamente la misma.

¿Por qué tomar esta decisión ahora?

Detrás de este movimiento hay una razón práctica, casi inevitable: mantener el soporte para 32 bits es una carga creciente. Muchos proyectos de software ya han dejado de ofrecer soporte para esta arquitectura. De hecho, seguir manteniéndola en Fedora implica:

  • Hacer parches personalizados para muchos paquetes.

  • Invertir horas en pruebas, ajustes y compatibilidad.

  • Lidiar con errores que solo afectan a una minoría de usuarios.

Como indican en la propuesta:

“Al dejar de apoyar la arquitectura i686 por completo, se elimina esta carga de mantenimiento adicional —y en crecimiento—.”

Es una decisión que busca simplificar, enfocar esfuerzos y preparar Fedora para un futuro que ya es 100% de 64 bits.

Pero no todos están contentos...

Como era de esperar, la comunidad ha reaccionado con fuerza. En los hilos de discusión han surgido voces críticas que piden cautela, incluso un cambio de rumbo. Las preocupaciones no son menores:

  • Juegos antiguos que solo funcionan en 32 bits podrían dejar de correr.

  • Steam y Proton, que todavía utilizan componentes en esta arquitectura, podrían verse afectados.

  • Herramientas de grabación como OBS podrían tener problemas.

  • Y no olvidemos a las distribuciones basadas en Fedora, como Bazzite, que podrían verse perjudicadas por este cambio estructural.

Todo esto hace que, por ahora, la propuesta no esté aprobada. Se encuentra en fase de revisión y comentarios, y solo seguirá adelante si el FESCo (Fedora Engineering Steering Committee) le da luz verde. Y viendo la oposición actual, nada está escrito en piedra.

¿Qué podemos aprender de esto?

Más allá de los detalles técnicos, este posible cambio representa algo simbólico. Es el cierre de una etapa. Fedora, como muchas otras distribuciones, quiere avanzar sin mirar demasiado hacia atrás. Y en ese camino, la arquitectura de 32 bits ya no encaja.

Es comprensible. Pero también es un momento agridulce. Muchos de nosotros crecimos con esas arquitecturas. Instalamos nuestros primeros Linux en ordenadores modestos, de 32 bits, y descubrimos la libertad del software libre en esa plataforma.

Reflexión final

Fedora está apostando por un futuro más limpio, más optimizado y menos condicionado por el pasado. ¿Es una decisión valiente? Sin duda. ¿Puede tener efectos secundarios? También. Pero lo cierto es que, nos guste o no, el soporte para 32 bits está viviendo sus últimos días en el mundo Linux.

Si aún usas software en esa arquitectura, este es el momento de hacer balance, buscar alternativas, y prepararte para lo que viene. Porque el futuro, al menos en Fedora, será exclusivamente de 64 bits.

 

Fuente: Its Foss

Añadir comentario

Comentarios

Todavía no hay comentarios