¿Más memoria y más velocidad? Parece que sí. AMD sigue afinando su estrategia para conquistar el competitivo segmento de gama media con la serie Radeon RX 9060 XT, presentada hace apenas unas semanas en Computex. En ese momento, todo parecía indicar que la única diferencia real entre los modelos de 8GB y 16GB sería, bueno... la cantidad de memoria.
Pero no. Hay más bajo el capó.
Un toque extra de velocidad para quienes eligen más VRAM
Según el portal especializado VideoCardz, uno de los socios más conocidos de AMD, PowerColor, está preparando al menos siete versiones distintas de la RX 9060 XT. Entre ellas, algunas variantes de 16GB —en concreto las de la serie Reaper— llegarán con relojes ligeramente más altos que las versiones de 8GB.
Estamos hablando de un boost clock de 3,23 GHz y un game clock de 2,62 GHz, frente a los 3,13 GHz y 2,53 GHz del modelo de 8GB. ¿La diferencia? En cifras, apenas un 2-3%. En la práctica… probablemente tampoco sea para tirar cohetes. Pero ahí está. Es un detalle que podría marcar la diferencia para quienes buscan ese pequeño empujón adicional sin tener que hacer overclock manual.
No es la norma, pero tampoco un caso aislado
Lo curioso es que esta diferencia no se repite en todos los modelos. Por ejemplo, la línea Hellhound —también de PowerColor— parece tratar por igual a los modelos de 8GB y 16GB, equipándolos con relojes idénticos: 3,31 GHz de boost y 2,74 GHz en juego. ¿Qué significa esto? Básicamente, que no hay una regla universal, y que algunos ensambladores están optando por diferenciar más sus productos, mientras que otros apuestan por la uniformidad.
¿Por qué más velocidad en los modelos de 16GB?
Existen varias explicaciones posibles. Una de ellas, bastante lógica, es que hacer overclock de fábrica requiere trabajo extra. Validación, pruebas, control de calidad... No basta con subir unos megahercios y listo. Cada chip tiene que pasar exámenes adicionales para asegurarse de que no se desmorone bajo presión, sobre todo cuando llega a manos de jugadores exigentes.
Además, muchas de estas tarjetas de 8GB tienen un destino muy concreto: mercados como el asiático, donde se compran por cientos para cibercafés o centros de eSports. En esos entornos, lo que importa es la estabilidad, la fiabilidad y el precio. Y ahí, los relojes de referencia hacen su trabajo sin complicaciones.
¿Y la VRAM? ¿No es eso lo que más importa?
Aquí es donde está el verdadero meollo del asunto. Por mucho que subas los relojes, si te faltan gigas de VRAM, vas a chocar contra una pared. Juegos pesados, texturas ultra, cargas gráficas exigentes... todo eso se come la memoria de video. Así que, aunque los modelos de 16GB vengan un pelín más rápidos, su mayor ventaja seguirá siendo la capacidad para manejar cargas más complejas sin que el rendimiento se desmorone.
En otras palabras: los megahercios extra son la guinda del pastel. Pero la base sigue siendo la VRAM.
Lo que sabemos hasta ahora (y lo que está por venir)
Tanto los modelos de 8GB como los de 16GB se basan en el mismo chip Navi 48, con 2.048 núcleos de procesamiento y 32 unidades de cómputo. AMD ha marcado un boost oficial de hasta 3,13 GHz, pero como ya hemos visto, algunos ensambladores están ajustando estas cifras a su antojo.
¿Precios? $299 para el modelo de 8GB y $349 para el de 16GB. El lanzamiento está previsto para el 5 de junio, y lo más probable es que el embargo de las reseñas se levante el día anterior. Así que, si estás pensando en cambiar de gráfica, estate atento. La avalancha de benchmarks está a la vuelta de la esquina.
¿Y el rendimiento real?
Seamos honestos: no esperamos una diferencia espectacular. Quizás uno o dos FPS extra. Tal vez unos segundos menos en ciertas cargas. ¿Vale la pena? Depende. Si eres de los que quiere todo listo y afinado desde el primer encendido, los modelos de 16GB con overclock de fábrica pueden ser tentadores. Si te gusta trastear y exprimir el hardware tú mismo, el modelo de 8GB sigue siendo una opción sólida, aunque limitada por la memoria.
Y por supuesto, siempre queda el overclock manual. Aunque claro, eso ya es terreno para valientes.
Conclusión: pequeños detalles que importan (o no tanto)
La RX 9060 XT de AMD está calentando motores, y lo está haciendo con más matices de los que esperábamos. La existencia de versiones ligeramente más rápidas en la variante de 16GB muestra cómo los fabricantes están buscando diferenciarse en un mercado saturado, incluso con cambios sutiles.
¿Es una revolución? No. ¿Es interesante? Sin duda. Y en un mundo donde cada FPS cuenta y cada dólar pesa, a veces esos pequeños detalles pueden marcar la diferencia entre una compra buena y una excelente.
Fuente: tomshardware
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