KDE Plasma reestructura su estrategia de soporte a largo plazo y apuesta por una telemetría más útil.

Publicado el 3 de mayo de 2025, 8:05

El entorno de escritorio KDE Plasma, ampliamente utilizado en el ecosistema Linux por su potencia, flexibilidad y atractivo visual, está a punto de experimentar cambios significativos en su estrategia de desarrollo y soporte. Así lo ha comunicado Nate Graham, uno de los desarrolladores más visibles del proyecto, tras su regreso del más reciente sprint de desarrollo celebrado en Austria.

El anuncio incluye decisiones importantes que impactan directamente en la comunidad de usuarios y en las distribuciones que dependen de KDE Plasma como su entorno principal. La más destacada de todas es el fin de la versión LTS de KDE Plasma tal y como la conocíamos hasta ahora. Pero no es la única. También se avecinan cambios relevantes en la forma en que KDE recopila telemetría, buscando mejorar la calidad del software a través de una mayor participación voluntaria por parte de los usuarios.

Adiós a KDE Plasma LTS: ¿por qué se cancela?

Aunque no siempre ha sido ampliamente publicitado, KDE Plasma contaba con versiones LTS (Long Term Support) o de soporte a largo plazo. Estas ediciones eran lanzadas cada dos años aproximadamente y estaban pensadas para proporcionar un entorno más estable y mantenido en el tiempo, evitando la rápida rotación de versiones y funciones nuevas que caracteriza a las ediciones regulares.

La última versión LTS fue Plasma 5.27, que curiosamente también marcó el cierre de la era de Plasma 5, abriendo el camino hacia Plasma 6. Sin embargo, KDE ha decidido poner fin a esta estrategia de soporte prolongado. Según explica Graham, la implementación del soporte LTS simplemente no estaba funcionando como se esperaba. Los backports de correcciones de errores, que deberían mantener la estabilidad del sistema, a menudo se aplicaban sin el suficiente nivel de pruebas. Además, la falta de versiones LTS equivalentes para KDE Frameworks y el conjunto de aplicaciones KDE Gear dejaba huecos difíciles de sostener en un entorno que pretende ofrecer una experiencia consistente.

En palabras del propio desarrollador: «A ningún desarrollador de Plasma le gusta vivir en versiones antiguas». Esta realidad interna terminaba trasladándose a una atención desigual a estas ediciones LTS, generando una sensación de descuido. Por lo tanto, desde el seno del proyecto se tomó la decisión de eliminar la edición LTS para enfocarse en un desarrollo más coherente y sostenible.

¿Y ahora qué pasará con las distribuciones LTS?

Este cambio implica un giro importante para aquellas distribuciones GNU/Linux que tradicionalmente han confiado en versiones LTS de Plasma, como Kubuntu, openSUSE Leap o ediciones empresariales como KDE neon LTS Edition. A partir de ahora, serán estas distribuciones las que tendrán que asumir la responsabilidad del mantenimiento prolongado de Plasma, aplicando parches de seguridad y correcciones críticas a su criterio.

Graham ha sido claro en este aspecto: los usuarios que se encuentren con errores o problemas en entornos LTS deben reportarlos directamente a la distribución que utilizan, no a KDE. Con este movimiento, el proyecto plasma se centra en mantener una base actualizada y limpia, sin la carga de mantener ramas antiguas que ralentizan el desarrollo y no reciben el nivel de atención necesario.

¿Menos lanzamientos anuales, pero más pulidos?

Otro de los temas que se discutieron en el sprint fue la posibilidad de modificar el calendario de lanzamientos de Plasma. Actualmente, KDE Plasma se publica cada cuatro meses, lo que supone tres versiones importantes al año. Sin embargo, se está considerando la opción de ampliar este ciclo a seis meses, lo que reduciría los lanzamientos anuales de tres a dos.

La idea detrás de esta propuesta es permitir que cada versión reciba un mayor nivel de pulido, pruebas y estabilidad antes de llegar al público. Aunque todavía no se ha tomado una decisión definitiva, el debate continúa y parece alinearse con la voluntad del proyecto de priorizar la calidad sobre la cantidad.

Una nueva era para la telemetría en KDE

Paralelamente a los cambios en el modelo de soporte, KDE también quiere mejorar la forma en que recopila telemetría, es decir, datos estadísticos y de uso que ayudan a los desarrolladores a entender mejor cómo se utiliza el entorno y qué áreas requieren atención.

Actualmente, esta funcionalidad está implementada de forma muy discreta: es necesario que el usuario acceda manualmente a las preferencias de cada aplicación y active la opción de forma explícita. Como resultado, la participación es baja y los datos recogidos son mínimos, lo que limita su utilidad. Según Graham, esto impide obtener respuestas claras a muchas preguntas clave que permitirían tomar mejores decisiones de diseño y desarrollo.

Para remediarlo, KDE introducirá un nuevo sistema de telemetría más visible y participativo. La idea es que al iniciar por primera vez el sistema, o tras una actualización relevante, se presente al usuario un diálogo informativo explicando qué tipo de datos se desean recopilar, con opciones claramente visibles para aceptar, rechazar o desactivar permanentemente la recolección. Además, se podrá ajustar la recopilación según el contexto o los objetivos de cada encuesta o estudio de uso.

Graham ha insistido en que los datos recopilados no incluyen información sensible o identificable, y que esta herramienta está diseñada únicamente para mejorar el desarrollo del software. Por lo tanto, recomienda encarecidamente a los usuarios activar esta función en los casos donde esté disponible.

Un KDE más realista, más transparente y mejor orientado

Los cambios anunciados por el equipo de KDE reflejan una voluntad de adaptarse a la realidad de sus recursos y a las necesidades de sus usuarios. Cancelar el soporte LTS podría parecer un paso atrás para algunos, pero en el contexto del desarrollo moderno, donde la estabilidad debe ir acompañada de agilidad y consistencia, puede resultar ser una decisión acertada.

Al mismo tiempo, el esfuerzo por renovar la telemetría muestra que el proyecto sigue comprometido con la mejora continua basada en datos reales, pero respetando siempre la privacidad y la decisión del usuario.

En resumen, KDE Plasma entra en una nueva fase: menos lastre, más enfoque, y una comunidad que participa activamente no solo como usuaria, sino como parte del proceso de evolución de uno de los entornos de escritorio más completos del mundo Linux.

 

Fuente: Muylinux

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